jueves, 31 de mayo de 2012

UNITED 93 (2006), DE PAUL GREENGRASS. EL 11S DESDE DENTRO.


La mejor aproximación cinematográfica que he visto nunca al 11 de septiembre es el estremecedor documental "9/11", de los hermanos Naudet. Estos cineastas estaban realizando un reportaje convencional acerca del trabajo diario de los bomberos de Nueva York, cuando se encontraron inmersos en los ataques terroristas más devastadores de la historia. Acompañaron a los bomberos hasta las torres y filmaron las escenas cada vez más caóticas que sucedían a su alrededor. Las miradas de terror contenido de los profesionales que eran enviados a una muerte segura, a un incendio que no tenían ninguna posibilidad de sofocar, resultan realmente estremecedoras.


Pero en el terreno de la ficción, quizá la palma se la lleve este "United 93", filmada por un Paul Greengrass que ya se había acercado anteriormente a otro hecho histórico en su magnífica "Bloody Sunday", acerca del conflicto irlandés. La película que nos ocupa se centra en la historia del vuelo 93 de United Airlines, el único que erró su objetivo en aquella fatídica jornada. La casualidad hizo que saliera con bastante retraso del aeropuerto de Nueva York, algo que resultaría decisivo en el desarrollo posterior de los hechos.


Como bien sabemos, y pudimos observar en directo, con un sentimiento oscilante entre la incredulidad y el miedo, tres de los aviones alcanzaron sus objetivos. En este cuarto, los terroristas pretendían estrellarlo contra el Capitolio. Una vez caídos los símbolos del poder económico y el poder militar de Estados Unidos, este golpe iba dirigido contra el poder político. Un poder político, por cierto, cuyo máximo representante, el presidente de los Estados Unidos, se pasó el día huyendo de un fantasmal atentado contra su persona. Quienes tuvieron que enfrentar circunstancias tan terroríficas fueron los profesionales, que no necesitaron a los políticos para que les dijeran lo que tenían que hacer. Cientos de bomberos dieron sus vidas en un intento desesperado de rescatar a los que se encontraban atrapados en las torres. Los responsables del control aéreo de Estados Unidos, como bien se refleja en la película, tomaron la decisión más acertada de aquel día: cerrar el espacio aéreo del país, un hecho sin precedentes.


"United 93", rodada de manera extremadamente realista, ofrece imágenes estremecedoras, sobre todo a partir del momento en que los secuestradores se hacen con el control del avión, provocando varias muertes sangrientas entre tripulantes y pasajeros. Para el espectador es casi como estar viviendo esos angustiosos momentos. La reconstrucción que ha hecho Greengrass se basa en gran parte en las llamadas que los pasajeros realizaron a sus familiares cuando éstos se habían informado de los ataques que habían sucedido ya contra las torres gemelas y el Pentágono y comprendieron que no se trataba de un secuestro convencional, sino que estaban en manos de terroristas suicidas. También es cierto que mucho de lo que se muestra debe proceder de la imaginación del guionista, que ha debido reconstruir las lagunas de la historia, pero la sensación es siempre de extrema verosimilitud. Gran parte del mérito hay que atribuirlo a los actores, tanto principales como secundarios, todos magníficos en sus papeles. A veces me pregunto si los familiares de las víctimas auténticas han sido capaces de ver la película.

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