martes, 22 de enero de 2013

Comentarios al género policial

Relato policíaco. Novela negra. Novela policiaca actual. Historia y evolución.

                   En la última reunión del club de lectura comentamos una novela de las llamadas de género policíaco o negro. Su lectura nos sorprendió un poco, como apunta muy bien Francisco en sus comentarios a ella. La novela, independientemente del juicio que cada uno tenga de la misma como lector, no respondía al concepto que, más o menos, teníamos del género. Como entre las personas que asistimos a la reunión no había ninguna que fuese lectora habitual de este tipo de prosa y que esté al tanto de su evolución, me comprometí a recopilar alguna información sobre el tema.
Durante unos días he estado leyendo artículos y paginas de críticos y escritores de novela negra o policial. De ellos he sacado los datos que os aporto, solo he consignado los datos históricos y de formas sobre los que todos, al menos en síntesis, coinciden.
Un poco de historia:
                   Siempre se han escrito relatos donde había un misterio que resolver, desde los griegos hasta las fabulas de Las mil y una noches, pero la novela policíaca como tal nace en el siglo XIX en Estados Unidos. Fue la pluma de E. A. Poe, quien entre 1841 y 1845 publicó los tres cuentos fundacionales del género, sobre todo Los asesinatos de la calle Morgue y El misterio de María Roguet .Su detective Ch. A. Dupin fue propiamente el primer detective de la literatura.
                   Más tarde, en el siglo XX, es donde la novela policiaca se desarrolla, afianza y evoluciona plenamente. Sus máximos representantes fueron Arthur Conan Doyle, con su detective, el más famoso de la historia, Sherlock Holmes, que aunque provenía del siglo XIX, actua hasta bien entrado el siglo XX, y Agatha Christie que convierte el relato policial en algo muy elaborado, pero de fácil comprensión y lectura.
                  La dinámica de la novela policiaca se asienta en dos claves fundamentales:  Intriga rigurosa y sorprendente- tipo problema de ajedrez- y un detective brillante y excéntrico que resuelve dicha intriga.
               La novela policiaca va evolucionando, sus intrigas son cada vez más enrevesadas y en el centro de ellas el peso de un investigador, a cual más insólito y pintoresco. A los Holmes y los Poirots se sumaron o siguieron legión: Lord Peter Wimsey de Dorthy Sallers (inglesa), PhiloVance de S.S. Van Dine (EE. UU) y muchos otros, el ciego Marx Carrados, el obeso Nero Wolfe, y un largo etcétera. La novela de detectives suele estar narrada en tercera persona por un narrador omnisciente.
Mención aparte merece Georges Simenón y su comisario J. Maigret. Se podría considerar este investigador, brillante pero de humanidad más cotidiana, el puente entre la novela policiaca y la novela negra.
La novela negra.
                  Sobre finales de los años veinte del pasado siglo irrumpe con fuerza, también desde Estados Unidos, la novela negra. Sus padres fueron los escritores Dashiel Hammet y Raymont Chandler; aunque también habría que nombrar a Chester Himes. Esta nueva forma de novelar lo policiaco lo fue porque rompió con parte de los cánones que imperaban hasta ese momento. Sus detectives ya no son brillantes y, además, se mueven en un mundo de valores trastocados. Nada que ver con el sentido moralizante de la novela policiaca; aquello de quien la hace, tarde o temprano, la paga .En la novela negra los “malos” no pagan siempre, ni brilla, al final, la verdad en todos los casos.
                    Sus investigadores también han evolucionado, viven en un mundo en el que cada vez hay más ambigüedad moral que les afecta y define. (Nada que ver con el investigador de la novela policial que permanecía impoluto respecto a la historia y el mundo que investigaba). La violencia es una constante en sus casos y, por lo tanto, en sus vidas. Ellos, los detectives, tienen bastantes rasgos antisociales, no encajan en una sociedad que predica unas cosas y hace otras. Detestan la moral hipócrita burguesa- aunque saben que nada pueden contra ella- en favor de un sentido de la justicia muy personal. Son tipos duros, cínicos y con pocos escrúpulos.
                    A partir de estos autores, muchos otros se apuntan a la novela negra, en cualquier país donde haya literatura. En España hemos tenido al recordado Manuel V. Montalbán y otros, aunque con menos fama –Juan Madrid, Andréu Martín, ejemplos. También escritores que, sin dedicarse de forma exclusiva a este “estilo,” lo han usado, o lo usan, con mayor o menor frecuencia; incluso quien, como E. Mendoza, lo usa para un fin distinto –la parodia-. No quiero dejar de nombrar a José Vaccaro, quizás el escritor español actual que va más en la nueva línea de lo policial.
                   .El género negro también va evolucionando hasta que, en muchos casos, los protagonistas son tarados que no se diferencian de los asesinos a los que se oponen. La novela negra suele estar narrada en primera persona.
Estas formulas, tanto la novela policial, como la novela negra- o la mezcla de ambas- han quedado más o menos  agotadas, exceptuando para los lectores incondicionales.
                  Los escritores actuales que han remozado el género de investigación, algunos de proyección internacional, como Petros Markaris, Andrea Camalieri, o Leonardo Padura (sin olvidar a los nórdicos); por poner ejemplos, toman la forma policiaca, negra; o como se la quiera llamar en la actualidad, como soporte narrativo para reflejar lo social. Estas son las nuevas fórmulas del policiaco o género negro actual:
                  Los mejores personajes de la novela negra actual son malas personas, o, como mínimo, personajes contradictorios. Pero sobre ellos no descansa la acción de la novela, ni el peso de la novela en si misma, como ocurría en la novela negra. Se parecen mucho más a personas reales. Actúan en medio de la incertidumbre y la inseguridad. Son personajes que muestran una realidad- la que les rodea, o en la que están inmersos- mucho más rica, profunda y plena de lo que hasta ahora mostraba la novela negra. Esta realidad es el cuerpo del policiaco actual.
                   En el siglo XXI los enigmas rocambolescos, los venenos exóticos y las conspiraciones insólitas han dado paso a la corrupción institucional, las grandes corporaciones y sus largos brazos- en muchos casos corruptos y corruptores-, las mafias económicas vestidas con la ingeniería de la economía; sin olvidarnos del crimen de estado. La novela negra actual es un testigo descarnado de las cloacas que mueven el mundo, para las cuales no hay fronteras ni nacionalidades. Al final, la delincuencia ha sido la única que ha alcanzado el sueño de ciertos credos ideológicos.
                   Que dichas novelas sean mejor o peor literatura eso depende de cada autor y, como debe ser, del juicio del lector.
                    No entraré para no alargar estas notas, que ya se hacen largas, en la importancia del cine y la televisión en la difusión y el lenguaje de los géneros policial y negro. Pero, por citar dos ejemplos modernos, tenemos al internacional James Bond, que no deja de ser el típico detective - versión negra de espías-, que lucha él solo contra los malos- tiene hasta los típicos tics antisociales- aunque, a veces, no sepa muy bien quienes son los malos. Y al televisivo “Colombo”, que todavía hay alguna cadena que repone, heredero de Holmes, cuyas excentricidades son su fingido atolondramiento , un “look” sustentado en una gabardina astrosa y un puro apestoso en vez de la pipa.
                     En fin, casos para todo y para todos con detectives planos, redondos y cuadriculados. El lector tiene la última palabra…, si quiere. 

3 comentarios:

  1. Gracias Pepe , tendré que ponerme al día, porque de todos/as las autores que has nombrado, Agatha Chistie,Conan Doyle y Markaris (aunque no considero esta novela de intriga ni emocionante en ningún sentido más bien como dijistéis algunos es más social que policíaca)los dos primeros son los que he leído en alguna ocasión hace tiempo,después de estos , Stig Larsson fue el que me hizo vibrar con su Milenium esto si que es para mí novela negra, pero últimamente me han recomendado a Patricia Highsmith que pienso leer para ver si me convence.Y ahora con tu aportación me has abierto otras posibilidades para investigar, gracias y buen trabajo.

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  2. Buenas tardes Francisco.

    Muy interesantes los datos que aportas sobre novela negra o criminal. Si me lo permites, me gustaría contribuir con mi experiencia personal.
    Suelo preferir la novela de autor a la de género. Pero, de unos años a esta parte, combino las novelas de corte clásico con las policíacas. La primera novela negra que leí es "Días contados" de Juan Madrid. Me gustó aún más que su adaptación al cine, dirigida por Imanol Uribe, con Carmelo Gómez y Javier Bardem, el cual recibió el Goya al mejor actor secundario. Gracias a esa novela profundicé en la obra de Juan Madrid y conocí a Toni Romano, protagonista de una larga serie de títulos, como: "Pájaro en mano", "Un beso de amigo", "Mujeres y mujeres", "Las apariencias no engañan"…
    De la mano de Juan Madrid y otros autores, en su mayoría hispanohablantes, me fui adentrando en el género negro, algunos de esos autores son: Andreu Martin, González Ledesma, Lorenzo Silva, David Serafín, Alicia Giménez Bartlett, Vázquez Montalbán, Andrés Trapiello, Andrea Camilleri, Raymond Chandler, Fred Vargas y un largo etcétera.

    Como señalas en el post, hay diferencias entre la novela negra y la novela policial. Yo concibo la novela negra como una novela clásica de detectives desnuda de glamour y llevada a la calle, al barrio, a los suburbios.

    Según Lorenzo Silva, la novela negra, aunque siempre ha gozado de buena salud, ahora está más de moda que nunca. Este auge del género negro, explica Silva, se debe a la crisis que estamos viviendo, a la corrupción generalizada que afecta a nuestra sociedad, sin hacer distinciones entre lo público y lo privado, y a la necesidad que todos tenemos de saber qué está pasando. Ante la incapacidad de desvelar estas irregularidades, pues necesitas pruebas fehacientes y aún así corres el riesgo de estrellarte, cada vez son más los periodistas y escritores que utilizan la novela negra como herramienta de denuncia social.
    Aunque estoy totalmente de acuerdo con Silva, debo añadir que tengo otro motivo para leer novela negra: la diferencia de calidad que aprecio entre escritores como Juan Madrid, González Ledesma o Lorenzo Silva y autores que cultivan otros géneros, como: la novela rosa, el terror o la ciencia ficción.
    Un aficionado a la escritura que tenga problemas para construir diálogos de calidad, debería fijarse en los diálogos de la novela negra y en cómo el escritor se vale de ellos para transmitir información y conseguir que la historia avance hacia su desenlace.
    No quiero extenderme mucho, pero también podríamos hablar de cuestiones de estilo, como: la riqueza de recursos literarios en muchas novelas negras, la variedad de discursos narrativos (estilo directo, directo libre, indirecto, indirecto libre, monologo interior…), el buen hacer en la construcción de los personajes, dotados de una gran profundidad psicológica, las elipsis narrativas, el arte de dosificar la información…

    Termino y me despido con una recomendación. Se trata de una novela negra que leí recientemente y que me ha gustado mucho. Me refiero a “No llames a casa” de Carlos Zanón.
    Sabía que Zanón cultiva la poesía, pues hace años leí un libro suyo de poemas, pero desconocía su faceta de novelista. Os dejo un enlace donde hablan de la novela.

    http://www.que-leer.com/17245/critica-no-llames-a-casa-de-carlos-zanon.html

    Saludos y nos vemos por la biblioteca.

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