sábado, 25 de abril de 2015

ABSOLUCIÓN, DE LUIS LANDERO

Como puede constatarse a través de la lectura de narraciones como Juegos de la edad tardía y Caballeros de fortuna, los personajes de Luis Landero suelen ser seres de un inconformismo pacífico, que no pretenden cambiar el mundo, pero sí poner patas arriba su realidad, en busca de una modesta utopía personal que nunca acaba llegando del todo. Lo peculiar de Lino, el protagonista de Absolución, es su personalidad errática, dominada por un mundo interior tan rico como disperso. El propio autor lo define en pocas palabras en una entrevista que publicó en su día el diario 20 minutos:

"Todos intentamos defendernos de un mundo hostil en la adolescencia o cuando estamos insatisfechos. Mi personaje, igual que nos ocurre a muchos, es de los que tienden a sentirse culpable. Siempre está en conflicto con el mundo y con él. Busca la felicidad."

Así pues, la existencia de Lino está dominada por un constante deseo de huida para terminar volviendo al mismo sitio, sin terminar de conocer jamás cuáles son sus objetivos vitales. De vez en cuando se encuentra con un pequeño oasis de felicidad (después de todo Lino es un joven al que suele sonreir la fortuna, aunque él no sepa interpretar esos guiños) pero su tragedia es que no puede soportar la estabilidad, todo acaba viniéndole grande: el deseo de escapar siempre es más poderoso. Quizá su trastorno sea una invencible ansiedad ante el absurdo del mundo.

Otra definición del mal del personaje - puesto que Lino es el protagonista absoluto de la función - proviene de Gálvez, un comercial del Grupo Pascual (es bastante insólito que en una novela se use el nombre de una conocida marca comercial y además se enumeren las virtudes de sus productos) al que conoce en la última de sus huidas:

"Me refiero a vosotros, los fugitivos, los prófugos, los que van de paso y aprisa por la vida como si la vida fuese un viaje hacia una meta y hubiera que apresurarse a cada instante, sin detenerse nunca. Me admiro, y a la vez os compadezco, por ese modo que tenéis de vivir de prestado, de empezar a desdibujaros y a empalidecer apenas llegáis a un sitio, del visto y no visto, del aquí y del allá, de ese dejar en cada lugar la incertidumbre de vuestra presencia, creando así en los otros la duda, la posibilidad de que la vida tenga mucho de ilusión o de sueño, o de que los fantasmas existan de verdad."

Absolución es una novela muy bien escrita, pero que abusa de su excusa surrealista para justificar los desmanes del personaje y sus peculiares encuentros, por lo que puede que el lector no se encuentre excesivamente cómodo en su lectura, sobre todo por la desubicación de su protagonista y su "vida bastarda e inauténtica". La conclusión a la que podemos llegar con todo ello: "Todos los infortunios del hombre vienen de no saber estarse quieto en un lugar."
Todos intentamos defendernos de un mundo hostil en la adolescencia o cuando estamos insatisfechos. Mi personaje, igual que nos ocurre a muchos, es de los que tienden a sentirse culpable. Siempre está en conflicto con el mundo y con él. Busca la felicidad.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1671869/0/entrevista/luis-landero/absolucion/#xtor=AD-15&xts=467263
Todos intentamos defendernos de un mundo hostil en la adolescencia o cuando estamos insatisfechos. Mi personaje, igual que nos ocurre a muchos, es de los que tienden a sentirse culpable. Siempre está en conflicto con el mundo y con él. Busca la felicidad.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1671869/0/entrevista/luis-landero/absolucion/#xtor=AD-15&xts=4

1 comentario:

  1. Me ha gustado que se diga que el protagonista "es un joven al que suele sonreir la fortuna, aunque él no sepa interpretar esos guiños". Los protagonistas de las novelas de Landero que yo he leído suelen ser unos pobres tipos ya en decadencia que nunca han tenido oportunidades...

    Eso supone un cambio, por lo menos en mi visión particular de Landero y sus personajes, pero no sé si es un cambio para mejor

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